El teclado Razer Huntsman Mini Mercury llega en una caja de cartón que cambia la estética habitual de la marca por una albina, como el producto, mostrándonos en el lado posterior un esquema de sus interruptores y los modos de iluminación que ofrece.

En el interior, encontramos el teclado protegido por un marco de cartón y unas bolsa de plástico, siendo acompañado de una guía de usuario, una tarjeta informativa, 2 pegatinas con el logotipo de Razer y el cable mallado desmontable rematado por conectores USB (PC) y USB-C (teclado).

Una vez extraemos el Razer Huntsman Mini Mercury de todo su embalaje, nos encontramos ante un compacto teclado en formato 60% que combina un chasis de aluminio blanco con teclas del mismo color como es seña de identidad de la familia Mercury. Ofrece unas dimensiones de 293,3 x 103,3 x 36,8 mm (largo, ancho, alto) y un peso de 458 gramos, por lo que además de ocupar un mínimo espacio en la mesa, es totalmente portable.

El esquema de teclas es el tradicional, aunque solo está disponible en versión ANSI, como todos los modelos Mercury de la marca. Eso sí, ofrece funciones extras en más de la mitad de sus teclas en combinación con la tecla FN. Estas van desde las teclas F en los números, las teeclas de sistema y los cursores en la zona diestra del teclado alfabetico y el control de la iluminación con FN + Control + 1-7

Pero lo realmente especial del Razer Huntsman Mini Mercury son los interruptores Razer Optical Switch, disponibles tanto en versión Clicky como Linear, que son además combinados con teclas de plástico PBT Doubleshot. Los primeros, tienen un ligero clic en su punto de activación, mientras que los segundos son lineales en todo el recorrido. Ambos usan una tecnología peculiar que los activa por luz en lugar de por un mecanismo, por lo que el tiempo de activación es menor la durabilidad teóricamente mayor. Con ello, prometen una durabilidad de 100 millones de pulsaciones, el doble que los interruptores mecánicos convencionales, especifica cando además una activación a tan solo 1,5 mm de su recorrido total de 3,5 mm, y requiriendo de una fuerza de 45 g. Además, cuentan con unas barras estabilizadoras que prometen que pulsemos la tecla como la pulsemos, responderá de la misma manera, así como con una función anti-ghosting N-Key Rollover, es decir, podemos pulsar todas las teclas de forma simultánea y el sistema debe reconocerlas.